jueves, 1 de mayo de 2014

JUDÍOS POR ELECCIÓN DOCUMENTAL

"Judíos por elección" es un documental argentino producido por Matilde Michanie. Contiene precisamente, testimonios de personas que se convirtieron al judaísmo en sus diferentes corrientes. Yo lo recomiendo ampliamente para que tes de una idea general del proceso de cambio rumbo a tu nueva vida.



"Cuando viene uno que quiere convertirse, le decimos: Para qué quieres problemas. Es muy difícil... por qué quieres buscar problemas, y es una realidad, buscan problemas".


Así comienza el documental "Judíos por elección", tratando de explicar lo difícil que es, no sólo convertirse al judaísmo, sino llevar una vida judía.


Sin embargo, convertirse no es imposible:


"Si los golpes son suficientemente intensos la puerta se abre, y si quienes golpean muestran sinceras intenciones, algunos logran traspasarla".


¿Qué es ser judío?


Para los ortodoxos, el judaísmo pasa por dos componentes: la familia y la identidad. Por eso se dice que un judío es aquel que nace de una madre judía, o se convierte al judaísmo. Los conservadores creen en lo mismo.

El Movimiento Reformista varía ligeramente: Un judío es aquel que es hijo de madre o padre judíos, o se convierte al judaísmo. En el caso de los hijos de los matrimonios mixtos, estos se consideran judíos y más adelante deberán pasar por el ritual de confirmación para dejar en claro que desean continuar con una vida judía e ingresar a la comunidad.

Dentro de a ortodoxia, hay países en donde está absolutamente prohibido hacer conversiones. Argentina, por ejemplo, es uno de esos casos. Entre 1880 y 1930, la comunidad judía de Argentina comenzó a crecer, aumentaron también los matrimonios mixtos y el miedo a la asimilación. Así pues, para mantener la cohesión de la comunidad, los rabinos locales emitieron un edicto en el que se prohibían las conversiones "por toda la eternidad".

Aunque claro, estas prohibiciones no aplican en el resto de las comunidades judías. Por supuesto, para la ortodoxia, las conversiones realizadas desde la reforma y el movimiento conservador no son válidas, lo cual desata toda una polémica en cuanto a los rabinos que realizan las conversiones en diferentes corrientes y en donde serán aceptados posteriormente los conversos.

Aunque en todas las corrientes se otorga un certificado en donde consta que ahora se es "judío para todo", muchos de estos papeles se llegan a considerar inválidos según la corriente a la que se desee ingresar.

Además de la familia y la identidad, el componente fundamental para la vida judía es la acción: cumplir con las mitzvot.

La conversión no es un proceso individual. El individuo sí, tiene que expresar su deseo de convertirse en parte del pueblo judío, pero el pueblo judío también tiene que hacerle saber que lo acepta en la comunidad. Esto se hace mediante un tribunal rabínico.

Los siguientes son los testimonios del documental "Judíos por elección":


El caso de Silvia


Ella no era religiosa, tenía una vida normal, estaba separada y tenía una niña. En algún momento comenzó a relacionarse con gente judía en el mundo laboral, ahí conoció a su futuro esposo: un judío no practicante.

Su vida era feliz, pero sentía que le faltaba la parte espiritual. Pensando en que la sociedad donde se había educado era "judeo-cristiana" decidió investigar más sobre los orígenes de su cultura y tradición.

Silvia quería saber qué era el judaísmo, así que estudió durante un año. Al final del curso se podía terminar con un proceso de conversión. Tanto ella como su familia se incorporaron a una comunidad, y Silvia quedó impresionada con esa forma de vivir el judaísmo, cada día quería saber más y más.

Decidió convertirse dentro de la ortodoxia y tener el Beth Din en Israel para minimizar los problemas y cuestionamientos que suele haber con respecto a otras corrientes, y también para que a sus futuros hijos no se les cuestionara su identidad judía; sin embargo, la mayor parte de sus estudios los llevó a cabo en el movimiento conservador, dado que todas las corrientes te enseñan la tradición y las 613 leyes, es en la práctica de estas mitzvot en donde se presentan las diferencias.

Durante el proceso Silvia tuvo muchísimas dudas, se preguntaba por qué estaba colocándose ella misma todas esas restricciones, al fin se convenció de que no eran tales ya que era perfectamente capaz de cumplirlas y nada en la Torah está de más.


El caso de Uriel


Él nació en Argentina. A los 14 años se mudó con su familia a Estados Unidos por motivos económicos, allá estudió, se casó, tuvo hijos y nietos.

Trabajó, fue capitán de barco y estando allá comenzó su búsqueda espiritual. Se acercó a diversas religiones, pero nada lo llenaba... hasta que conoció el judaísmo.

Entonces se fue de Estados Unidos para profundizar en su camino espiritual. Habló con su familia, quienes lo comprendieron pero no lo siguieron. Él se fue solo y comenzó su proceso de transformación, primero de una forma física, luego en su manera de pensar, de hablar, en el estilo de vida.

Uriel llegó a Argentina en donde buscó un rabino. Se encontró con dos diferentes quienes le dijeron que en Argentina no se podía hacer conversiones. Así que Uriel buscó la conversión dentro del Movimiento Reformista: "prefería tener una conversión no ortodoxa que no tener ninguna conversión".

A pesar de haberse convertido dentro de la reforma, Uriel llevó una vida judía ortodoxa.

Uriel Zevulun, fue el nombre que eligió para su nueva vida. Uriel significa "Él es mi luz" y Zevulun "De ahora en adelante".

Para Uriel, lo más difícil fue tener que separarse de su familia; sin embargo, sus hijos ya eran adultos cuando él tomó la decisión de convertirse, nada les faltaba, y por supuesto mantiene contacto con ellos.


El caso de Adar


Su papá era muy religioso, y la conversión fue muy difícil de aceptar para su familia. Sentían que Adar no sólo estaba cortando de tajo con sus raíces y con lo que le habían enseñado toda la vida, sino que no se aceptaba a ella misma, que no estaba conforme con lo que ella y sus padres eran.

Tenía una obsesión con el judaísmo, todos sus amigos y novios siempre fueron judíos. Le tomó tiempo a la familia de Adar entender que lo que ella hacía no era tratar de separarse de su familia, sino que se trataba de una búsqueda espiritual personal.

Incluso Adar, al principio no se daba cuenta de su propia búsqueda. La primera vez que su padre le preguntó si se convertiría, ella lo negó rotundamente, en cambio le explicó que en realidad lo que deseaba era vivir dentro de la kedushá, la santidad, seguir haciendo las acciones mundanas que se hacen día con día, pero volverlas santas.

Para Adar, el proceso de conversión duró 11 años que transcurrieron por diferentes etapas de estudio y reflexión.

El día que ella tuvo que sumergirse en la mikve, estaba llena de temor ante el futuro, miedo a no ser una buena judía, a no saber transmitir los valores judíos a sus hijos y que ellos terminaran reclamándole su conversión. Finalmente decidió tomar ese regalo que Dios le estaba haciendo.


El caso de Iosef y Batia


Cuando Batia conoció a Iosef, él estaba buscando sus orígenes en el judaísmo. Sus abuelos y su madre lo habían educado en los valores bíblicos, desde pequeño él había crecido con las historias de los profetas y los patriarcas.

Entonces Iosef y Batia comenzaron a buscar el contacto con la vida judía, acudir a la sinagoga, escuchar la liturgia. Batia sentía tan familiar la experiencia, como si ya hubiera pasado por ello antes.

La familia los comenzó a rechazar, se empezó a alejar tras la decisión de convertirse. Aunque entendían por qué, a Iosef y Batia les era difícil aceptar esto, por eso creen que para ser judío hay que ser una persona muy fuerte.

Ellos se convirtieron dentro del movimiento Masortí (conservador), pero están conscientes de que si desean vivir en Israel, tendrán que "regularizarse" dentro de la ortodoxia.


El caso de Iosef

Cuando él tenía 13 años sus padres se divorciaron, le habían enseñado toda la vida que el amor lo podía todo y un día simplemente le dijeron "el amor se acaba". Se volvió escéptico, aprendió que no podía creer siempre en todo lo que le decían, en algún momento terminó por no creer en nada.

La vida continuó, él se dedicó a estudiar idiomas. Un buen día, por azares del destino, terminó estudiando hebreo. Se inscribió en diversas instituciones para profundizar más en sus estudios, ahí conoció a su novia, una judía no practicante a quien siempre le insistió para que le enseñara más sobre ese mundo del judaísmo que estaba empezando a conocer gracias a la lengua hebrea.

Iosef decidió convertirse y no faltó quien pusiera en tela de juicio su interés genuino. Pensaban que lo hacía por su novia, por tratar de ser aceptado por la familia de ella.

Primero que nada Iosef averiguó si la conversión era una posibilidad real. De las diferente corrientes buscó una que no estuviera en los extremos, se decidió por el conservadurismo.

Durante su encuentro con el tribunal rabínico, Iosef no tenía una sola duda de que esa era definitivamente la vida que deseaba.

En el judaísmo Iosef encontró e modelo de vida justa que estaba buscando.


El caso de Marcelo y Lorena


Cuando Marcelo tenía 7 años, su abuela trabajaba con un judío. Este hombre le dejó una buena impresión en su vida, siempre diciéndole que tenía que poner su mejor esfuerzo porque así las cosas se querían más.

En su mente, Marcelo asoció que la forma de ser de este judío -a quien consideraba una persona buena, trabajadora, siempre ayudando a los demás- era el camino adecuado para llegar a Dios.

Marcelo decidió contactar a un rabino para iniciar la conversión, fue uno de los momentos más difíciles de su vida. El rabino trató en todo momento de convencerlo para que no se convirtiera. Marcelo le expresó lo difícil que había sido, tanto para Lorena como para él, el formar una familia, y de la inquietud que tenían ambos de criar a sus hijos como buenas personas y darles un buen ejemplo. El rabino decidió hablar con los dos.

Para Marcelo, la conversión no se hace en el momento que realizas el examen, se hace mucho antes cuando tu vida misma comienza a dar un vuelco, una transformación. En su caso, él dejó la carnicería en la que trabajaba para tener más tiempo y respetar shabat, comenzó a rezar más, aprendió a confiar a Dios cada aspecto de su vida y su familia.

La familia de Marcelo y Lorena, sus padres, hermanos, primos, no entendían la decisión de convertirse y hubo cierto rechazo.


El caso de Aharón

Aharón tuvo una infancia normal en una familia no judía, era hijo único. Al llegar a la secundaria, sus padres decidieron inscribirlo en un colegio religioso.

Un día llegó al colegio un visitador de los salecianos buscando vocaciones. Aharón se entusiasmó, le gustaba el ideal de una vida altruista y entró al seminario. Posteriormente llegó al monasterio, y comenzó a preguntarse respecto a Dios, sus creencias en cuanto a la religión, tuvo experiencias místicas y comprendió que hay un sólo creador que gobierna el universo.

Aharón estaba en medio de su vida monástica, cuando encontró una curiosidad: una Hagadá de Pesaj. Comenzó a estudiarla y memorizarla. Le llamó la atención que en muchas de las partes se hablaba de la reconstrucción del tercer templo, comprendió que los judíos guardaban muchas esperanzas. Todas estas cosas se convirtieron en pequeñas chispas que fueron llevando a Aharón por el camino del judaísmo.

El primer año de su vida en el monasterio, Aharón comenzó a tener dudas, muchas de ellas relacionadas con la congruencia de la Iglesia. Decidió hacer una pausa, estudiar teología y, ya que estaba afuera, empezar a conocer el mundo judío. De manera que se inscribió en la escuela hebrea y a estudiar el idioma hebreo.

Así Aharón comenzó a conectarse con la comunidad judía. Un día se encontró con un rabino y le expresó su deseo de convertirse. Él explicó como era el proceso pero también le dejó en claro que no era necesario que se convirtiera, pues eso no lo haría una persona mejor o más santa, que Dios igual lo amaría pues es un Dios universal y no sólo de los judíos. Esta libertad lo atrajo mucho más.

Pronto Aharón descubrió que había diversas líneas del judaísmo, y que si se convertía en una línea para la otra no sería considerado judío. Eso le causó ansiedad y desconcierto, así que decidió convertirse dentro de la ortodoxia, la cual era reconocida por todas las corrientes.

Debido a que gran parte de su vida él había tratado de encontrar a Dios y descubrir la paz, decidió nombrarse a sí mismo con el nombre hebreo de Aharón.

El día de su encuentro con el tribunal rabínico, le preguntaron porque ahora quería ser judío después de haberse considerado como católico. Él simplemente dijo: "No hay un motivo, sé que no hay ninguna razón para que yo me convierta al judaísmo, pero no puedo evitarlo, es lo que soy".


¿Por qué convertirse al judaísmo?


Dice el Talmud que una persona que desea convertirse es porque ya en el pasado se trataba de un alma que estuvo presente en la entrega de la Torah en el monte Sinaí. Es decir, es un alma judía que buscar retornar a su pueblo.

"Habéis, pues de amar al extranjero, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto".
(Deuteronomio 10:19)


*Nota: Puedes buscar el documental en Youtube o descargarlo directamente aquí (2.29 GB).

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